10MÉRIDA.- A pesar de que el distrito II local es muy noble para el PAN, hasta ahora no hay un aspirante que goce de la simpatía de los militantes, a pesar de que hay varios que llevan tiempo haciendo campaña.
El distrito II local ha sido panista en la gran mayoría de las ocasiones, incluso en 2012 el PAN recuperó la demarcación de la mano del candidato Kirbey Herrera Chab, quien ganó con una ventaja bastante amplia al priísta Pedro Oxté Conrado; sin embargo, fue declarado inelegible por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
De esta forma, el ex regidor no pudo ocupar una curul en el Congreso del Estado, porque su lugar lo tomó su suplente, Judith Malta Monforte. El ex edil se tuvo que conformar con un puesto de jefe de departamento en el Ayuntamiento de Mérida.
Ahora hay tres varones que sueñan con obtener la candidatura panista de esta demarcación, uno de ellos es el diputado federal Sergio Chan Lugo, quien como legislador no ha destacado de ninguna forma. Incluso es tan “agarrado” que jamás apoya a la militancia ni así mismo.
Tan es así, que el año pasado, mientras todos los diputados federales panistas agasajaron a la militancia con desayunos y almuerzos en prestigiosos hoteles para presentar sus respectivos Informes Legislativos, Chan Lugo pidió prestado la sala de conferencias del Comité Municipal del PAN en Mérida para hacer lo propio, donde no dio ni agua a sus invitados, de esta forma no gastó ni cinco centavos en su primer informe legislativo.
Esto aunado a que lleva toda la vida cobrando en cargos públicos, de modo que ya es urgente considerar a las nuevas generaciones.
Otro que sueña con ser abanderado del blanquiazul es Jonathan Paz Solís, a quien nadie toma en cuenta porque el PAN le dio la oportunidad en 2009 de ser candidato al distrito II federal, pero sólo hizo el ridículo frente al entonces candidato priísta Felipe Cervera Hernández, a quien hizo más fuerte. Se dice que Jonathan Paz no hizo campaña, que se guardó el dinero y luego con esa lana se fue a pasear a Europa.
Después de su estrepitosa derrota, nadie piensa que Jonathan pudiera ganar un distrito, ni siquiera local; sin embargo, Paz Solís está haciendo su luchita con la base panista.
Aunque lo más seguro es que lo vea como un juego, pero el ex presidente del subcomité de la colonia Vicente Solís, Ramón May Euán, ha insinuado que también sueña con ser diputado local.
Quizá por su ingenuidad, los militantes lo ven con “ternura”, pero lo cierto es que los panistas del sur de Mérida lo consideran un político que, lo que tiene de joven lo tiene de débil, principalmente porque tiró su cargo como presidente del subcomité de la mencionada colonia ante la presión política.
Mucha gente opina que en el remoto caso de que el PAN le diera la oportunidad de abanderar la candidatura por el distrito renunciaría ante las primeras muestras de guerra sucia del PRI, puesto que no tiene el carácter ni el “estómago” para afrontar comentarios y críticas de sus enemigos políticos.
Por ello, el PAN debería considerar a una mujer para este distrito, no sólo por la cuota de género, sino porque ya se necesita una imagen femenina que verdaderamente piense en los militantes del tan citada demarcación.