MÉRIDA.- Fuentes allegadas al Partido Acción Nacional revelaron al Grillo Porteño que la falta de pago de cuotas de parte de personas afiliadas al partido y que tienen cargos públicos de alto nivel es un problema delicado.
Después de que el Comité Estatal del PAN sesionó este jueves salió a relucir que los regidores meridanos Manuela Cocom Bolio, Yahayra Centeno Ceballos, Paloma Angulo y Felipe Duarte Ramírez deben varios meses de cuotas.
Y es que todos ellos, con excepción de Paloma Angulo, son consejeros estatales de dicho instituto, hicieron campaña con los militantes meridanos y en varias ocasiones han invitado a los ciudadanos a pagar el impuesto predial, cuando en su partido no predican con el ejemplo.
Por su parte, las diputadas estatales Mary Yoli Valencia Vales y Judith Malta Monforte tampoco han cumplido con esta obligación; a pesar de que la primera gracias al PAN ha sido tanto legisladora federal como local en su corta carrera política, y la segunda es diputada gracias a que el propietario Kirbey Herrera fue suspendido por las autoridades, es decir, por un golpe de mucha suerte ocupa una curul en el Congreso del Estado representando al blanquiazul.
Otro caso que llama la atención es de Claudia Canto Mézquita, tesorera del Ayuntamiento de Mérida, quien desde que era regidora no pagaba cuotas.
También vale la pena mencionar el caso del funcionario del Comité Municipal del PAN en Mérida, Leolpoldo Morales, quien adeuda, al igual que su esposa Mercedes Estrada, quien fue regidora en la administración de César Bojórquez.
Paradójicamente, la hija de ambos, Mireille Estrada Morales, quien actualmente es edil, está al día en el pago de esta obligación.
Y en una muestra de doble moral, la panista María Fernanda Reit, integrante de la Comisión de Orden del CDE, también debe cuotas, y es que dicha comisión es la responsable de motivar entre los panistas el pago de esta obligación.
Vale la pena recordar que las cuotas ayudan a la subsistencia de los partidos políticos, tomando en cuenta que los funcionarios o representantes populares ocupan un puesto gracias a que pertenecen a un instituto.